5/27/2014

Un Campus Musical en Barquisimeto
por Carlos M. Añez
Parma, 24 de mayo 2014
Hace unos días le comenté en Facebook a Gabriela Montero que es necesario aplicar la moderación y mesura en la vida y que, una vez expresadas las críticas a la falta de solidaridad de J.A.Abreu y  G.Dudamel con la resistencia venezolana, había que dejar el tema y no perseguirlos por eso. Hoy me entero del proyecto de “campus” para las orquestas juveniles que están planificando construir en Barquisimeto y me doy cuenta que ahora es a Abreu y a Dudamel a quienes debo recomendar ejercer la mesura en su gestión de El Sistema.
De la lectura de las noticias aparecidas en Venezuela se deducen rasgos que definen al proyecto solo hasta cierto punto por lo que los comentarios que se hagan deben tener una buena dosis de prudencia. Por ahora se entiende que lo que se intenta construir es un “campus”. Es decir el equivalente a una ciudad universitaria para la formación de músicos que incluiría edificios para la actividad docente, espacios de practica y ensayo, auditorios de varios tamaños, espacios administrativos, residencias estudiantiles y quizá algunas facilidades deportivas. Se debe mencionar que en alguna pieza noticiosa se ha indicado que ese campus seria el centro de El Sistema al cual se vincularían centros regionales construidos en las principales ciudades del país. Se habla que se tiene la meta de un millón de jóvenes vinculados a El Sistema a través de esos centros.
Las noticias también dicen que se espera que el proyecto sea financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo y que la arquitectura del campus ha sido encargada a Frank Gehry, el famoso arquitecto norteamericano de origen canadiense, quien aparentemente ha donado su trabajo al proyecto. Por su parte el Gobernador de Lara, Henry Falcón, se muestra muy contento con la idea y el gobierno venezolano ha prometido su apoyo total.
De todo lo publicado hasta ahora se deduce que el proyecto viene siendo manejado desde hace tiempo, que aparentemente ya se han tomado compromisos formales con la asignación de los terrenos, con la escala y el programa de espacios del “campus” y con los estudios iniciales, incluyendo la participación de Gehry.
Siento necesidad de opinar sobre este proyecto por varias razones. En primerísimo lugar por ser venezolano y luego porque amo y admiro El Sistema de orquestas juveniles venezolano, porque lo he defendido públicamente de toda clase de ataques y porque es uno de los pocos logros de mi país que han surgido del tesón,  la constancia, el trabajo y el amor al prójimo de unos venezolanos para contribuir a una mejor vida en todo el planeta. De manera que presento estos comentarios con firme sentido constructivo confiando en que colaboro con la formación de un consenso nacional acerca del proyectado campus.
No es bueno que un proyecto que involucra tantos intereses nacionales este siendo manejado con tanta confidencialidad y reserva. El sistema de orquestas juveniles fue creado y conducido hasta lo que es hoy día por J.A.Abreu pero el proyecto no es de su propiedad. Más aun, ya ni siquiera es solo de Venezuela. Es ya una idea que pertenece a la humanidad: favorecer en las juventudes la integración de valores esenciales para la vida humana a través de hacer música colectivamente. Por eso es necesario abrir el proyecto a la opinión pública nacional e internacional para acopiar ideas y crear consenso. Por otra parte, si el proyecto tiene que hacerse ahora entonces debería tener características que se correspondan al momento histórico que vivimos los venezolanos.
Un aspecto fundamental a considerar es si la escala que, con ese proyecto, se le esta asignando al Sistema es la que corresponde a un país en el estado en que se encuentra el nuestro. Soy un amante de la música desde niño que, además de disfrutar de su belleza, comprende los beneficios psico-sociales que ella ofrece al ser humano. Somos testigos de la maravillosa influencia que ha tenido la actividad musical en los jóvenes que El Sistema ha captado pero “no solo de pan vive el hombre” y no solo la música ha hecho de la humanidad el portento que sin duda ha mostrado ser. Ademas de las bellas artes, que incluyen la música, también la ciencia, la filosofía y sobre todo, el trabajo han sido las bases del esplendoroso desarrollo de la raza humana. No creo que haya duda de que para salir del lastimoso estado en que el régimen militar de los últimos 15 años ha llevado a Venezuela habrá necesidad de un enorme esfuerzo de trabajo, de consenso político y de políticas inteligentes.  En ese contexto, la prioridad que tienen las artes es alta pero no es la máxima. Las actividades para sustentar la vida y generar el crecimiento económico deberán prevalecer en la asignación de recursos por largo tiempo. Por eso el Sistema deberá mantener su lugar en la estructura educativa de la nación pero su costo deberá permanecer en un rango razonable competitivo con el resto de tareas de la educación. Ademas de música y cultura necesitaremos ciencia, destrezas técnicas, información y sobretodo, empleo… y para todo eso se necesitan recursos.
Si para financiar el centro que se proyecta se obtienen donaciones internacionales pues bienvenido sea pero si el financiamiento es el que se menciona del Banco Interamericano de Desarrollo mediante algún nuevo prestamo a la República de Venezuela que aumente el monstruoso nivel de endeudamiento al que el régimen nos ha llevado entonces lo rechazamos radicalmente. No es posible que con las dramáticas necesidades de la población venezolana en aspectos tan vitales como la alimentación, la salud, la energía de uso urbano y doméstico, la seguridad, el manejo de la basura y el control ambiental nos endeuden más para construir un campus que hasta ahora no ha sido necesario para llevar al Sistema al extraordinario nivel que hoy tiene. Es más, el verdadero reto es seguir desarrollando al Sistema con los recursos que se tienen. Entre las virtudes de J.A. Abreu que han sido premiadas repetidas veces esta su capacidad de haber realizado esa obra con escasos recursos negociados con los gobiernos de varios “turnos”.
Pero el éxito tiene sus peligros y uno de estos es la perdida de las perspectivas. Con todo respeto, el peligro de la megalomanía es real y ubicuo. Los iconos dejados por ataques de ese demonio marcan la geografía de Venezuela. Recordemos el Hotel Humboldt en El Avila, el reactor nuclear del IVIC, el submarino “Carite”, el Parque Central en Caracas, el nuevo Panteón,  etc. etc. Un hombre con la inteligencia de Abreu habrá seguramente pensado en esto pero es posible que algunas “pompas y circunstancias” lo estén comprometiendo. Él se merece el beneficio de la duda.
Hay dos aspectos que es necesario revisar. Uno es la escogencia de Frank Gehry como arquitecto del campus.  Como saben quiénes se interesan en el acontecer de la arquitectura contemporánea mundial, Gehry es uno de los arquitectos “celebrity” en la actualidad. Se trata de un grupo de diseñadores de edificios, casi todos europeos y norteamericanos y algún japonés, que extremando la audacia de las formas y los materiales que usan han construido estructuras llamativas, sorprendentes y comercialmente eficaces para clientes que necesitan iconos estridentes con fines de mercadeo de sus localidades. Son los arquitectos de los emiratos árabes, de las ciudades emergentes y de los gobiernos pantalleros. Antes que arquitectos son diseñadores de monumentos. Hacen iconos por encargo para deslumbrar y alardear. En mi opinión, son conceptualmente lo más alejado de la esencia de una idea tan vinculada a la acción social como El Sistema de Orquestas Juveniles. Asocio mucho más la imagen de El Sistema a una arquitectura sosegada, poética y sugerente como, quizá, la del Monasterio diseñado por Jesus Tenreiro en Güigüe.
La arquitectura de Gehry no va con lo que somos los venezolanos de estos tiempos. Somos una sociedad en crisis, semi destruida y agobiada con las gigantescas tareas de reconstrucción que se nos plantean para el próximo futuro.  El Sistema está en el centro de nuestras esperanzas de volver a ser una sociedad con identidad histórica compartida, objetivos vitales comunes y solidaridad efectiva. El Sistema no es una curiosidad turística ni un paisaje natural para admirar ni una ruina arqueológica para mostrar. El Sistema es un recurso social nuestro, venezolano, que nos enorgullece y que nos hace falta para apoyar a nuestra juventud en su empresa de reconstruir al país. Hay que quitarle todo rasgo de heroísmo, arrogancia y petulancia. No necesitamos disfraces, ni maquillajes, ni adornos ni alardes estructurales como los de Gehry. Necesitamos una arquitectura que nos transmita un mensaje de paz, de tranquilidad para el estudio, de trabajo tesonero y humilde aunque de excelencia y que podamos pagar con nuestros medios.
El punto importante en esto es que El Sistema es originalmente venezolano aunque su influencia se haya extendido mundialmente. Es simplemente justo que su sede sea diseñada en Venezuela por venezolanos. La solución trivial y sencilla ha debido ser que se convocara un concurso para seleccionar un arquitecto o grupo de arquitectos venezolanos que llevase a cabo el proyecto. En esta instancia no hay intereses de mercadeo internacional que necesiten la participación de un “celebrity” para atraer la atención ni de turistas ni de mecenas ni de patrocinadores de ninguna especie. Los líderes del arte musical venezolano le deben solidaridad y respeto a los practicantes del arte de arquitectura de su propio país. Es cuestión ética.

Se ha dicho que el campus tendrá una sala llamada sala Dudamel. Si eso fuese cierto, se estaría cruzando otro límite ético que por lo menos sorprende que no se le respete. Lo convencional es que los monumentos, las avenidas, los iconos se les designen con el nombre de algún personaje cuando con el tiempo a este se le reconocen virtudes y obras valiosas para la comunidad y se desea honrar su memoria. Gustavo Dudamel es un gran director de orquestas. Es el mejor que hemos tenido en Venezuela. Ha sido reconocido mundialmente como una estrella de ese arte y hemos admirado que lo haya demostrado desde tan corta edad. Gustavo Dudamel tiene una carrera excepcional. Va por un brillante camino pero le faltan muchos años para mostrar una obra artística completa y de valor indiscutible. No parece este el momento de darle más honores a pesar de su altísima competencia artística. No es elegante que promueva ese proyecto para darle su propio nombre como si fuera Donald Trump. Por otra parte, ¿Por qué Dudamel? ¿Por qué no otro de los excelentes directores o músicos formados por El Sistema? ¿Es porque fue el primero en alcanzar fama? ¿Y al resto de héroes anónimos de El Sistema, los músicos de la primera generación que ahora son sus maestros no les damos nada? En fin, en la vida hay que tener mesura y moderación como le dije a Gabriela Montero. 

2/18/2014

LA CRISIS EN VENEZUELA - Respuesta a un amigo
Por Carlos M. Añez
18 de febrero de 2014

Me referiré al razonamiento que parece sostener la posición de Capriles, Luis Vicente León, Lissette Gonzalez y muchos otros comentaristas. En la base de todo está que ellos piensan que la fuente de poder del chavismo es el 40% de apoyo que todavía muestran tener en las encuestas y en los resultados electorales. Eso es además lo que explica el apoyo de algunos y la indiferencia aparente de otros en el exterior. Su argumento es que si eso no baja del 30% no hay nada que hacer pues se trata de una polarización lamentable que solo puede ser resuelta por el dialogo. En ese pensamiento no aparece la imposibilidad de un dialogo con quien está tratando de imponer un comunismo retrogrado, cruel y anti histórico usando la ignorancia y la identificación de clase de esa masa empobrecida que todavía rodea a nuestras ciudades. Ellos creen que se trata de que unos dirigentes de los dos polos en pugna se reúnan y acuerden una vía del medio.
Obviamente, eso es imposible y esa visión juega a favor de los comunistas porque están en el poder y el tiempo les permite continuar destruyendo al país que teníamos y a consolidar su aparato de opresión.
Ahora bien, las manifestaciones en la calle no tumban gobiernos. En la calle se han aplastado cruelmente movimientos esplendorosos de los pueblos. Budapest, Praga, Tiananmen en el siglo pasado y Caracas 2002, El Cairo, Kiev y otras en este siglo han sido tristes ejemplos de esa constatación. Sin embargo, esas manifestaciones tienen efectos políticos importantísimos y a veces decisivos INDIRECTAMENTE. Por eso yo no estoy contra las manifestaciones de nuestros estudiantes en Venezuela.
El día de la Juventud de 2014 será una fecha que no olvidaré como no olvido el 25 de noviembre de 1957 cuando, desoyendo las suplicas de mi madre, de todos modos me fui a la Universidad con mi hermano Enrique a las manifestaciones contra Pérez Jiménez. Ya a mediodía estábamos presos en la Seguridad Nacional. Nos soltaron al final de la semana después de pasar días de miedo e incomodidad en la Cárcel Modelo. A algunos compañeros los molieron a manguerazos. El peor tratado fue Gonzalez Bogen que nunca llegó a reponerse de esa tortura. Con esas memorias no he podido evitar sentirme solidario y angustiarme enormemente con lo que sucedió el miércoles pasado en Venezuela. No puedo, pues, estar contra las manifestaciones y mucho menos si son de estudiantes.
Como habrás leído en los artículos que escribí en enero, mi opinión es que la fuente de poder del régimen chavista no es la masa chavista sino que son los dineros del petróleo venezolano con los cuales compra el apoyo de los militares y de los cubanos. He hecho referencia a la teoría de Bruce Bueno de Mesquita porque el caso venezolano cuadra bastante bien con ese paradigma, que por lo demás me resulta muy superficial para, en general, entender la historia. En ese sentido, me parece que la fuerza del régimen depende de que todavía logren de 50 a 60 millardos de dólares anuales con los cuales regalarle a Cuba unos 10 millardos y darles a los militares sus buenas prebendas en Venezuela. Eso no lo van a cambiar las manifestaciones de los estudiantes y en cambio literalmente lloro viendo las masacres que les hacen los malandros del régimen.
Si se llegara a convencer a parte de la masa chavista de que van en la ruta hacia la miseria existencial además de la económica porque a cambio de sus mendrugos están perdiendo la libertad, quizá tendríamos algún chance de que se descompusiera internamente el régimen y se abrieran vías para el cambio. Sin embargo, todavía quedaría el problema de capitalizar políticamente esa captación de apoyo que tendría que ser de por lo menos un 10% del total de población políticamente activa, lo cual llevaría inevitablemente a procesos electorales que, como sabemos, son trampeados por el régimen.
No podemos contar con los militares. Ya te lo he dicho, ellos son o bien chavistas o son cobardes. No existen militares “institucionalistas” en Venezuela. Si alguna vez los hubo, se acabaron. No hay más. Si esta constatación no fuese cierta, ¿Cómo se puede explicar que los cubanos invadan paulatinamente al país y no solo con enfermeros y deportistas pues están llegando ya con tropas armadas, sin que ni un solo militar diga ni pio?  Por eso, lo que está diciendo ese sector de la oposición es que no se espere ni se pronostique que habrá un cambio abrupto de régimen si seguimos en manifestaciones masivas porque ellas no van a generar una reacción militar.
Tú dices que Capriles, como decía Baldwin, dice “I follow them, I am their leader”, pues a mí me parece que está pasando exactamente lo contrario: “ I won’t follow them. I was their leader and now I pray to get their attention”.  Por otra parte, creo que él no se ha opuesto a las manifestaciones y lo que ha dicho es que hay que darles objetivos, consignas y definición claros y concisos y hay que apuntarlas hacia ganarse a la masa que todavía es chavista … y eso es lo que pienso yo.  Si esto no te parece razonable, dime por favor como visualizas el futuro próximo.

De todos modos, un abrazo
CMAnez


2/04/2014

Contribución al debate estratégico
Por Carlos M. Añez
Febrero 2014

Yo lo que me pregunto es por qué caerle a críticas  y descalificaciones a la MUD y no a los militares.  Si hay algún grupo político venezolano verdaderamente responsable de la debacle que hemos sufrido es el de los militares. El chavismo es un engendro militar. Quienes dieron los golpes de estado de 1992 fueron militares.  Quienes han tenido el poder en Venezuela por los últimos quince años son los militares. Quienes fracasaron en restituir la institucionalidad en abril del 2002 fueron los militares. El gobierno que montó Maduro es fundamentalmente militar. Quienes han mantenido relaciones entreguistas, cómplices y de traición a la Patria con los cubanos han sido los militares. Muchos militares han sido descubiertos en actos de corrupción indecibles y todos han estado recibiendo y disfrutando privilegios y prebendas por encima de lo que recibían en el período democrático. Les construyen casas, les dan créditos, proveedurías, ambientes seguros y equipos y tienen acceso a servicios de salud gratis y a seguridad social envidiable. Tienen enemigos dentro y fuera de su seno y no hacen nada. Se les ha formado alrededor en las ciudades un ejército de malandros armados asesinando, robando y atormentando a la población y no han hecho nada. Más bien han contribuido con cierto contingente de guardias colaboradores que cuidan a los “pranes”. Son simplemente despreciables.
No acepto el argumento de que “todavía” hay grupos de militares “institucionalistas”. Lo que hay son unos militares que están de acuerdo con lo que el gobierno está haciendo y otros que aunque no estén de acuerdo son unos cobardes. Los poquísimos que se han atrevido aisladamente a mostrar su desacuerdo han sido expulsados de la Fuerza Armada y algunos, perseguidos. Amiguismo, complicidad, corrupción y hasta nepotismo entre ellos han sustituido a la meritocracia para ascender. Hay no sé cuántos generales en jefe y generales subordinados que no tienen nada que hacer y siguen cobrando sueldos magníficos mientras nuestras fronteras siguen desprotegidas y perforadas ad libitum por el narco crimen.
Mientras tanto han salido los “toreros en las gradas” a criticar a la MUD,  como hace Aguana, porque “no cumplió con sus promesas de victoria electoral” y a burlarse, como hace Arria, de que Capriles haya pasado años “pateando los barrios” y visitando los pueblos de Venezuela y como hace Franceschi, a faltar el respeto a los líderes que siguen luchando. Pues esos políticos que están en la MUD son nuestros políticos. Son los que tenemos. Son los que se han quedado en el país a continuar la lucha. Son nuestra esperanza, porque de los militares no podemos esperar nada. A la MUD la hemos visto arriesgando todo: tiempo, carreras personales, recursos, libertad y lo que es muy importante, apertura a la crítica. Han sido derrotados por la vileza, la trampa, el fraude, el abuso de poder, la violencia y el malandraje político y ahora nosotros  ¿vamos a castigar a la víctima o al victimario? ¿es que vamos a acusar a la víctima de haber provocado el ataque de su agresor o es que vamos a atrapar y enjuiciar a este último?
Es cierto que hay que revisar la estrategia porque la vía electoral ya se comprobó cerrada, pero eso hay que hacerlo en el ámbito UNITARIO de TODAS las fuerzas sociales y políticas que deseamos que Venezuela regrese a ser un país democrático que nos albergue a todos sus ciudadanos para entendernos unos con otros y disfrutar de nuestros recursos y capacidades para beneficio de nuestros descendientes.
El chavismo ya es minoría pero la MUD tiene que ser consecuente con sus principios e ideología de libertad. Chávez y este gobierno pudieron  arrinconar una oposición en minoría porqué estaban dispuestos al abuso, a la represión y al uso de la violencia callejera de sus malandros pero un régimen democrático no dispone de esos recursos y tiene que respetar los espacios políticos que le correspondan a una oposición del origen que tenga y del tamaño que ella alcance siempre que se comporte democráticamente. Sin embargo, eso no importa para nuestro argumento porque en esta ocasión de lo que se trata es de definir la estrategia política que nos pueda conducir a un cambio de régimen en Venezuela y es en este tema en el que quiero insistir que hay que, primero, tener claro cuál es la fuente de poder que sostiene al  chavismo incluso en medio de la gran crisis que está viviendo.
El periodo histórico del chavismo en Venezuela calza paradigmáticamente con la teoría política de Bruce Bueno de Mezquita[1] según la cual los regímenes se sostienen porque pagan a ciertos grupos sociales, que él llama “los esenciales”, para que los mantengan en el poder. De tal manera, la fuente real del poder es el acceso a los recursos públicos con los cuales comprar el apoyo. Si los pagos se detienen, el apoyo se disipa y el régimen cae.
La cornucopia petrolera venezolana ha sido y sigue siendo la fuente del poder chavista. Aunque nunca se sabrá a ciencia cierta cuanto se han apropiado los chavistas, todos sabemos que las cantidades usadas para comprar apoyo nacional e internacionalmente han sido descomunales. Con esos recursos es con lo que han comprado el apoyo de los cubanos y de los militares, que son “los esenciales”, sin olvidar a Evo, Ortega, Lula, los Kirchner y sus comparsas. Claro, también crearon vías para que grupos civiles venezolanos allegados se enriquecieran y entonces colaboraran y siguen distribuyendo dinero a manos sueltas para remunerar el apoyo de sus masas.
Últimamente los dineros públicos han comenzado a escasear y eso ha obligado al régimen a echar mano a los recursos del sector privado. De allí se derivaron la invitación descarada a saquear tiendas, la obligación de reducir precios, la devaluación del bolívar, las restricciones a las divisas preferenciales, el inminente aumento del precio de la gasolina y no me extrañaría si proceden a aumentar los impuestos. Para ellos lo importante es que “los esenciales” no dejen de recibir sus reales para que el régimen se sostenga.
Una estrategia política de oposición que vaya al mero centro de la fuente de poder del régimen tendría que tener como elementos fundamentales todas las acciones posibles para debilitar el abusivo acceso del régimen a los recursos públicos. Esto suena trivial e ingenuo por imposible pero sin embargo no es del todo así. Comenzando por concentrar la atención de la oposición en las finanzas públicas para denunciar los abusos y ejercer toda la presión que se pueda para exigir la transparencia del gasto y además para designar constitucionalmente al Contralor, para pedir un presupuesto nacional sin trampas, para cobrar el situado constitucional, para presionar por el pago de las expropiaciones, para demandar la renegociación de contratos colectivos, para obligar al pago de las gigantescas obligaciones cambiarias con las empresas, para hacer que Cuba pague con dinero el petróleo que se le envía, etcétera, etcétera. Una estrategia así se potenciaría con  el inevitable deterioro de la situación fiscal causado por el paroxismo de gasto público y la desaforada apropiación de los dineros que desplegaron en los años recientes por las campañas electorales y por el agotamiento de la economía populista. Una estrategia así conllevaría que los agentes económicos, consumidores y productores, inevitablemente competirían contra el mal uso de los recursos públicos que sostiene a Maduro.




[1] Bueno de Mesquita, B. & Smith, A.; “The Dictator´s Handbook”, Public Affairs (Perseus Books Group), New York 2011

1/14/2014

Intercambio con lectores de mi

Otra Carta a Dudamel

enero 2014

·         Luciano F. Reni 
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Muy bien, Carlos Añez, esa es la posición correcta, equilibrada, luego inteligente que hace tanta falta actualmente en nuestra querida Venezuela. Al Sr. Cañizalez, en cambio, hay que aclararle que, en primer lugar, en los Andes y en Lara no se acostumbra tutear a un desconocido y, en muchos casos, ni siquiera a un familiar. Ese trato confianzudo, sólo hasta cierto punto simpático, es muy propio de caraqueños y orientales. En segundo lugar, no es cierto que el tuteo sea parte de nuestra cultura "igualitaria". Por el contrario, se ha utilizado tradicionalmente de arriba hacia abajo pero no en sentido contrario, caracterizando así nuestro trato discriminatorio o de superioridad al dirigirnos a los componentes de nuestras clases sociales de origen modesto y, generalmente, de pocos recursos. Lo demuestra el simple hecho que éstas no se atrevían o no se les permitía, aunque cada vez menos, tutear a los exponentes de nuestras clases sociales de nivel superior.
Finalmente, nuestro pueblo barquisimetano cuán contento y orgulloso se sentirá al recibir la visita de Dudamel, su magnífico conciudadano, internacionalmente reconocido como gran valor mundial de la música. Hay momentos en la vida que nos deben estimular para que abandonemos, de una vez por todas, ciertas posiciones radicales, irracionales o simplemente discriminatorias. Venezuela es una sola y, pese a lo que está ocurriendo, sigue siendo un bello país. No abandonemos nuestra lucha para mejorarlo pero hagámoslo inteligentemente, invocando la unión y el respeto!
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Marisolina  Luciano F. Reni 
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Sr. Reni, lo cortés no quita lo valiente. Cañizalez no irrespetó a Dudamel, señaló aspectos puntuales de lo que ha sido la conducta política del músico.
Este gobierno ha tomado como bandera el sistema de orquesta para promocionarse demagogicamante, cuanto sabemos que es una institución
que tiene más de tres décadas de funcionamiento. El gobierno utilizó la orquesta para adornar el cierre arbitrario de Caracas TV. El apoyo otorgado al sistema de orquesta todos lo apoyamos, pero ello no significa el abandono, retirar el financiamiento a otras valiosas instituciones que existieron en el país, perseguir artistas que han aportado muchísimo al país, recuerdo por ejemplo, la compañia de danza dirigida por María Eugenia Barrio, sencillamente Farruto le quitó el financiamiento, Chávez despojó al Ateno de Caracas de su inmuble y, todo esto, sencillamente porque no lograron
doblegarloas, porque no se sumaron al coro del gorilaje que ha gobernado al
país durante los últimos años. Si un artista asume posturas políticas pues tiene que prepararse para enfrentar las críticas u objeciones de los ciudadano. Y esta reflexión no implicar negar las cualidades artísticas de Dudamel.
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Es muy impresionante que no se dé cuenta Ud que está dándome más evidencias para sostener mi argumento. Precisamente, a quienes osan enfrentarse al régimen, los aplastan. Eso es exactamente lo que yo digo pero yo no quiero que le pase eso a El Sistema porque lo creo muy valioso para Venezuela, social y culturalmente. Defiendo entonces a la juventud venezolana y quiero preservar para ella los beneficios de tener como líderes a Abreu, Dudamel y demás artistas que conducen el programa.
¿por qué no comprenden Uds que sacrificar a Dudamel como líder, suponiendo que sea antichavista, haciéndolo declararse públicamente como tal, no ayuda a nadie? y ¿que le importa a Uds que él fuese chavista habiendo tantos más por ahí haciendo daño mientras él al menos desarrolla NUESTRO Sistema de Orquestas? Por Dios, déjenlos tranquilos que no necesitamos que ellos tomen posición política. El mundo entero sabe que El Sistema es obra de J.A.Abreu, que le ha tomado más de 30 años y que este gobierno es solo el último de los varios que lo han apoyado. Además, si el gobierno ha tomado como bandera a El Sistema, yo también como venezolano lo he tomado como logro nuestro y me gasto tiempo tratando de convencerlos a Uds que dejen el reconcomio con Dudamel cada vez que lo llevan a hacer lo que el hace: dirigir orquestas.
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Es útil revisar las informaciones sobre lo que hicieron en situaciones similares, personajes como el Primer Ministro Chamberlain de Inglaterra, el músico Furtwangler y el filósofo Heidegger, ambos de Alemania (los tres en relación al acuarelista austríaco). Le dan contexto a esta pretensión de atravesar el lodazal sin salpicarse siquiera.
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No se entiende por qué la historia de Neville Chamberlain es pertinente a este tema de la posición política de Dudamel. Sus pecados, según sus críticos, fueron su política de apaciguamiento respecto a Alemania y la firma del acuerdo de Munich de 1938 con el gobierno nazi pero esos fueron actos de su gobierno que fueron conocidos abiertamente y totalmente legítimos aunque, como demostró la historia, completamente equivocados. No conozco la relación de Chamberlain con algún
acuarelista austriaco.
Por lo que se refiere a Furtwangler nadie lo puede acusar de nazi pues su única culpa fue quedarse en Alemania como millones de sus conciudadanos y no criticar al régimen. Los nazis lo presionaron para que se manifestara a su favor, como lo están haciendo algunos venezolanos con Dudamel, por cierto, y entonces tuvo que huir a Suiza. De todos modos, él no tenía a su cargo El Sistema, como si lo tiene J.A.Abreu. Que interesante, ¿verdad?
En cuanto a Heidegger, pues era nazi. Eso se sabe y se supo siempre porque él no lo ocultaba. Allá él. Como se vincula con el caso Dudamel no es muy claro pero se me ocurre mencionar que alguien me señaló la inmoralidad de celebres cantantes que venden conciertos y espectáculos a dictadores y sátrapas en otros países y yo siento el mismo asco por tal comportamiento. Sin embargo, ellos no son pertinentes a nuestro caso porque ellos no tienen los 500.000 jóvenes que dependen de que
Abreu siga en su puesto. Así que a esos artistas se les aplica aquello de que cada quien hace de su culo una ratonera.
Si Abreu y Dudamel son chavistas, que yo no lo sé, pues pasaran a la historia como unos heideggeres mas, nazis pero con influencia intelectual sobre la humanidad entera y si no lo son, pues serán unos furtwangleres difamados pero en todo caso contentos de haberle dado a Venezuela todos esos músicos de alto nivel y ese montón de familias orgullosas
de tener a sus muchachos formando parte de esas maravillosas orquestas y grupos musicales. No veo que estén tratando de pasar ningún lodazal sin salpicarse.
Así la pienso yo.
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¿ Crees que si por cualquier motivo los maestros ABREU y DUDAMEL se ausentaran del sistema, el Estado abandonaría a los 500.000 jóvenes músicos ?
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No creo que los abandonaría.... pero el programa sufriría y a mediano plazo probablemente colapsaría. Mis argumentos para decir eso son: a) los ejemplos de destrucción que ha hecho este gobierno en el sector cultural (T.Teresa Careño, Ateneo. Museo de Arte Moderno,etc) y en otros ( Guayana, PDVSA, BCV, etc); b) El apoyo internacional caería bruscamente porque no se tendría confianza de un gobierno que saca a un "héroe mundial" como Abreu o Dudamel; c) Las deserciones de otros lideres artísticos del Sistema que seguirían a Dudamel y emigrarían; d) El impacto psicológico y social en la comunidad de jóvenes músicos y sus familiares sería muy negativo. De todos modos, ¿para que perturbar y poner a riesgo esa joya que tanto ha costado formar y que nos mantiene vivo alguito de nuestro orgullo de venezolanos a pesar del desastre que nos trajo Chavez? ¿para que cazar peleas imbéciles con fuerzas mayores que uno? ¿solo para que algunos neuróticos se queden tranquilos con que Dudamel no es chavista y así lo declara publicamente? ... Lo siento pero yo tengo mis prioridades claras. Prefiero que se quede callado. Ese debe ser el calculo que ha hecho Abreu, si es que no es chavista. Habrá dicho: "no gano nada con ir a ladrarle en la cueva a esa dictadura. Seguiré trabajando y ya veremos".
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1/07/2014

Otra Carta a Dudamel
por Carlos M. Añez                                                                                             Parma, 7 de enero 2014

Estimado, Maestro Dudamel
Le escribo porque en El Nacional nuevamente he visto que lo están presionando para que le haga desplantes al gobierno aprovechando su condición de “celebrity”. Si Ud no fuese célebre nadie le pediría nada como no le piden a tanta gente. Ya van varias veces que opino públicamente sobre las presiones que en ese sentido han recibido Ud y el Maestro Abreu. No sé exactamente por qué lo hago puesto que no me parece que el tema sea muy importante. Debe ser que me criaron en Barquisimeto y fui también alumno de  Doralisa Medina aunque de eso solo me quedan la escala de Do mayor con la mano derecha en el piano y un gran amor con enorme admiración por lo que Uds han hecho con la música para la juventud venezolana.
Sin saber aún cuáles son sus inclinaciones y lealtades políticas, creo que debo recordarles otra vez  que Uds y el resto de líderes artísticos de El Sistema no tienen la libertad de andar pregonando sus preferencias políticas en Venezuela porque eso pone en peligro el apoyo del gobierno a ese maravilloso programa. La mejor evidencia de que ese riesgo es inminente es precisamente lo que ha pasado con la famosa Flor de Venezuela. En lo que Falcón se mostró opuesto al régimen se la quitaron sin importarles que eso afectara a quien fuese.
Con un concierto que dirija Ud en la tal Flor no va a refrendar ni ratificar ni legitimar nada. La Flor se la quitaron a Falcón y punto. Esto es una dictadura y así se comportan esos regímenes. Ud simplemente dirija la orquesta para que suene bien tal como lo haría cualquier otro profesional con su trabajo al que le caiga la oportunidad de participar en ese proyecto tales como los ingenieros que montaron la flor, los técnicos que la operan o los periodistas que reseñen el evento. Ellos simplemente estarán cumpliendo sus respectivas funciones sin que por eso legitimen a nadie.
Sus críticos les presionan porque quisieran estar seguros que cuentan con Uds entre los que nos oponemos a que sigan destruyendo nuestro país pero, dada la situación, tendrán que esperar para averiguar cuál es la respuesta. De todos modos, eso no tiene importancia para determinar la resultante política en cuanto al ejercicio del poder. Es que ni siquiera ganar elecciones nos ha dado el poder a la oposición. ¿Entonces, qué puede lograr políticamente que sigamos dándonos entre nosotros mismos mensajes de denuncia, de protesta, de reclamo para que se respete la Constitución y demás temas de opinión publica si la fuente real del poder sigue incólume?  Ningún desaire de ningún artista, por más encumbrado que sea va a hacer mella en eso. Le refiero el bello ejemplo de Gabriela Montero con sus mensajes musicales de liberación que me han sacado lágrimas de admiración y orgullo pero que han pasado como una brizna de paja en nuestra borrasca política venezolana. En fin, quédense tranquilos y sigan trabajando que el problema es de todos y Uds entre tanto tienen la responsabilidad de seguir el desarrollo de El Sistema.
Finalmente, le aseguro que me indigna que alguien se atreva a proferir amenazas de juicios futuros sobre “tu conducta como ciudadano y demócrata” en un país tan lleno de cómplices moralmente impedidos de tirar la primera piedra.
Con mis mejores saludos

 Carlos M. Añez

12/22/2013

MAS SOBRE EL DIALOGO POLÍTICO
Por Carlos M. Añez
21 de Diciembre 2013
La reunión de Maduro con los alcaldes recién elegidos ha provocado opiniones que señalan lo bien que resultó. Ciertamente hay que contentarse, como dice un comentarista, con que, por primera vez, Maduro no haya insultado y amenazado a los alcaldes de oposición pero a mí me parece que eso debería ser lo normal sin que se merezca elogio alguno. Ademas, habrá que ver si el intercambio de posiciones que parece haber ocurrido se refleja posteriormente en hechos y comportamientos concretos con respeto de la Constitución y cumplimiento de las leyes.
Otros comentaristas dicen que la situación actual es tal que no se pierde nada con intentar conversar y que, en todo caso, hay que hacer algo. Al mismo tiempo preguntan “¿…y entonces, que hacemos? ¿…no hacemos nada? … hay que evitar la violencia… los militares apoyan al gobierno… un levantamiento sería suicida…”. En respuesta habría que a la vez preguntar “¿Qué hacemos para qué? ¿De qué están Uds. hablando?” Obviamente, si preguntan ¿qué hacemos? Imaginamos que están preguntando ¿Qué hacemos para cambiar el gobierno por otro que respete la Constitución y no abuse del poder? No puede ser que la pregunta sea de qué hacemos para que dejen trabajar a los alcaldes elegidos o que hacemos para que no insulten. El dialogo que es necesario es uno en el que se negocie regresar a una situación verdaderamente constitucional pero ese es el dialogo que no parece posible, dada la naturaleza de la base del poder político en Venezuela.
Ademas de la inconstitucionalidad de la elección de Maduro por doble nacionalidad, por haberse mantenido como vicepresidente hasta las elecciones y por el propio fraude electoral, este es un gobierno de facto que se mantiene en estado de inconstitucionalidad por numerosas y sostenidas  infracciones a la Carta Magna. La lista es larga: prolongación ilegal del periodo de magistrados del TSJ, de los rectores del CNE y del contralor; creación y mantenimiento de la milicia; expropiaciones de tierras y empresas sin cumplir los pasos legales y sin indemnización; usurpación de funciones del Poder Estatal (gobernadores) y del Municipal (alcaldes); creación de cargos regionales paralelos; innumerables casos de prisión sin juicio y allanamientos sin control judicial; violación de la independencia del Banco Central; formulación fraudulenta del presupuesto nacional; manejo de fondos públicos sin control alguno; y una larga colección de etcéteras. A todo eso se le agregan las violaciones a los principios de la Constitución como el respeto a los derechos humanos, el pluralismo, la democracia, la participación y la descentralización que son violados cotidianamente por el gobierno y a esto se unen las rendiciones de la soberanía nacional a favor de Cuba, Guyana y otros Estados de su conveniencia.
Ante un palmarés como ese no se puede considerar a este gobierno como dispuesto a una negociación creíble y de buena fe. Pero además, aceptando que de facto es quien detenta el poder y por lo tanto es a quien le corresponde enfrentársenos ¿para qué negociar? ¿Qué esperamos obtener de esa negociación? ¿Acaso hemos obtenido algo de las peticiones populares de no politizar la educación, de liberar a los presos políticos, de controlar la delincuencia, de sacar a los cubanos del poder, de no destruir empresas productivas con las expropiaciones, etc etc etc? … y lo más importante ¿tenemos esperanza de ganar concesiones respecto a frenar la inconstitucional instalación del socialismo y la cubanización de Venezuela? Yo les dejo a mis interlocutores la tarea de responder esas preguntas aunque obviamente tengo mis propias respuestas.
Prevalece sin embargo la pregunta que nos hacen de: ¿…y ahora que podemos hacer? Tengo algunas ideas que pueden contribuir a definir una estrategia política de lucha para la oposición pero, eso es más bien la tarea de los líderes. No creo valido que a simples comentaristas del acontecer político se nos planteen las preguntas fundamentales. Sin embargo,  se debería comenzar por dilucidar claramente cuál es la fuente o la base del poder político en Venezuela para por lo menos orientar la acción política en esa dirección.
En mi opinión, esa fuente es, como lo argumenté en mi artículo anterior, el acceso incontrolado a los recursos públicos. Es con la inmensa montaña de dinero que ha generado el petróleo venezolano con la que el régimen chavista ha comprado tanto los votos de la mitad de los votantes como los apoyos de los militares, en lo interno y los de regímenes aliados, en el exterior. Es con esos dineros con los que el régimen ha financiado sus campañas electorales, la consolidación de su hegemonía comunicacional, las decisiones judiciales favorables, las compras de armas inútiles, los contratos de obras con empresas extranjeras y el sostenimiento anti histórico del régimen castrista sin olvidar los dispendiosos gastos de oropel para refuerzo del ego que se han efectuado a la vista de todos.
Toda acción política o económica que directa o indirectamente debilite el acceso del régimen a los recursos públicos va al objetivo central de reducir el apoyo que dan al régimen quienes dependen de la ilegal liberalidad oficial sean ellos militares o civiles, nacionales o extranjeros. El apoyo que recibe el régimen no se origina en una ideología o en una religión o en principios filosóficos. El apoyo es comprado. Si las dadivas y las prebendas cesan, cesaría el apoyo. Por eso es tan importante, exigir la designación constitucional del contralor, de los magistrados del TSJ y del fiscal. Ese tema si vale la pena negociarlo. Por eso también es importante la actividad en las comisiones de la Asamblea Nacional de finanzas, contraloría y similares. Por eso es necesaria la acción política en el terreno sindical para llevar la demanda de recursos para reivindicaciones de los trabajadores a un nivel que compita con los gastos de compra directa de apoyo político. Puede que esta idea suene ingenua y que merezca que algunos digan que la oposición no tiene suficiente poder en Venezuela para ni siquiera preocupar al régimen del riego de perder su control absoluto sobre los dineros públicos. Habrá incluso quien se sonría ante este planteamiento. Sin embargo, la vigilancia, la denuncia, el reclamo, la protesta sobre el tema y el mero hecho de demostrar atención a como se asignan los recursos a los diversos intereses de la sociedad divulgándolo entre la población tiene un efecto que puede crecer, pero sobre todo son esfuerzos que se enfocan en lo importante, en la base del poder.

Por último, no debe olvidarse que una política orientada a ese tema se repotencia fuertemente con los propios problemas creados por la incompetencia administrativa y el desquiciamiento financiero del gobierno. El endeudamiento público y el deterioro de la economía venezolana hacen que los recursos disponibles se reduzcan inevitablemente por lo que si la acción política logra reducir algo el acceso libre a los que quedan, el debilitamiento del régimen será incontenible. 

12/18/2013

DIALOGO POLÍTICO EN VENEZUELA
Por Carlos M. Añez
Diciembre 2013
Se está hablando con insistencia de la necesidad de un dialogo entre los dos polos políticos venezolanos. Eso sería perder el tiempo. Un dialogo es una negociación para examinar en que aspectos se puede coincidir y en cuales es necesario que ambas partes cedan posiciones para establecer un ámbito de paz, convivencia y hasta cooperación. Como en una democracia, por cierto. Se participa en un dialogo cuando se ve la posibilidad de alcanzar acuerdos. Si no existe esa posibilidad, el dialogo puede más bien exacerbar la controversia y el pleito, a menos que la intensión subyacente sea una hipócrita operación temporal de reducción de la presión y del crispamiento político. En pocas palabras el dialogo no tiene sentido si no se lleva a cabo de buena fe.
Creo que hay tres campos de análisis que son indispensables antes de correr a sentarse en una mesa de negociación. Primero hay que saber con quién hay que negociar (…yo ya abandono el eufemismo de “dialogar”).  Negociar con voceros inocuos sin poder o con títeres parlanchines no lleva a nada como no sea a la vergüenza. En Venezuela la oposición tiene mejor definida su representación y vocería que el gobierno. Con la desaparición del jefe lo que quedó fue una coalición de grupos con orígenes y posiciones definitivamente no congruentes. Lo que tienen entre ellos es un área de intereses temporalmente común que los hace capaces de operar políticamente con una identidad aparentemente bien definida. Sin embargo, eso no quiere decir que negociar con quienes aparecen formalmente como sus líderes conduce a acuerdos con toda la coalición.
En la realidad la coalición de gobierno está compuesta por los militares, que son quienes verdaderamente tienen el poder; los operadores políticos, que son quienes están encargados de la parte sucia del negocio incluyendo los insultos, la violencia callejera y la parlamentaria; los ideólogos, que son los que todavía creen que están en un proceso revolucionario marxista en beneficio del proletariado y que son los que dan los eslogan y el palabrerío que haga que el gobierno suene revolucionario;  los “técnicos administradores”, que son los encargados de manejar los negocios de la mejor manera capitalista que conocen para generar los dineros que se necesitan; los “boliburgueses” que son los encargados de repartir la grasita necesaria para que no vayan a tumbar al gobierno; y los cubanos.  Los verdaderos plenipotenciarios son los militares y los cubanos pero ellos no se van a sentar en una mesa a dialogar con la oposición. Así que dialogar con cualquiera de los otros grupos es hablar con segundones que no deciden las cosas importantes. En conclusión, no hay con quien negociar.
El segundo campo de análisis es qué agenda temática pudiese ser acordada para esa negociación (…claro, suponiendo que se logren interlocutores válidos y plenipotenciarios). Me imagino que en la mente de quienes están proponiendo el dialogo está la idea estratégica general de convencer al gobierno de dejar de abusar del poder y no seguir violando la Constitución. De eso se derivaría la posibilidad de limpiar e independizar el resto de poderes del Estado para que sean ellos quienes controlen lo que el gobierno haría después de terminada la negociación. Pero ¿hay alguien que en su sano juicio tenga esperanzas de que ese tema llegue a formar parte de la agenda de negociación en la Venezuela de hoy? En situación normal, tal acuerdo no representaría amenaza alguna al ejercicio del poder central. Sin embargo, ¿alguien cree que los plenipotenciarios lo aceptarían? ¿Alguien ha visto alguna señal de que esa agenda se pueda acordar? Además, si así fuese y se acordase, ¿se puede creer que posteriormente los inevitables problemas y controversias serían resueltos por un sistema judicial independiente y que no habrá una fiscalía que cuando sea requerido por el gobierno levante de la nada acusaciones contra los alcaldes y líderes de oposición?  Obsérvese que no hemos mencionado temas más sencillos que podrían ser negociados como por ejemplo, dejar quietos a los alcaldes elegidos y darles el presupuesto que les corresponde o elegir los miembros del “Poder Moral” por consenso negociado. Cosas así, sencillitas, pero que no parecen tener chance de ser ni siquiera discutidas. … Total es, que una agenda de la negociación tendría que ser muy aguada para tener chance de al menos llegar a la mesa.
El tercer campo de análisis está constituido por los aspectos contextuales de la negociación. Es decir, los que definen cómo es el momento histórico en el cual se está planteando la negociación. Veamos. ¿En que andamos?  Según el gobierno se está construyendo el socialismo. En los hechos lo que se ha visto es la destrucción de lo que era una economía subdesarrollada pero relativamente moderna y dinámica para ser sustituida por nada. En la práctica, lo que han hecho es arrebatar los activos industriales y comerciales a sus legítimos dueños para entregárselos a un rebaño de mediocres, arribistas, ladrones y lumpen politiqueros que los han simplemente arruinado irreversiblemente. Igualmente ha sucedido con los contratos públicos, las licencias de importación, las divisas preferenciales y demás prebendas oficiales, que se les ha entregado a la boliburguesía.
Si, siguiendo a Merton, nos preguntamos cuales han sido las “funciones latentes” de tal comportamiento, nos daremos cuenta de que en el fondo lo que se ha hecho es comprar apoyo político distribuyendo convenientemente los recursos robados y el ingreso petrolero entre los “grupos esenciales” de la coalición, como dice Bueno de Mezquita. En otras palabras, el arte del jefe consistió en convencer a los ideólogos que se está construyendo la sociedad ideal marxista y a los operadores políticos que se está en una revolución mientras se le metía la mano a los recursos públicos para remunerar a los que en la realidad lo sostienen en el poder. Remuneración sin la cual el apoyo se detendría.
De todos modos, si el gobierno tiene como norte la construcción del socialismo (de tipo cubano, obviamente) entonces no puede negociar (es decir, dar concesiones) en relación a los pasos esenciales de estatización y control que está avanzando y si en efecto, el uso de los dineros públicos para mantenerse en el poder es su verdadero camino, pues mucho menos puede negociar.

Esta interpretación del proceso histórico que está viviendo Venezuela conduce a la conclusión de que una negociación entre los dos polos políticos prevaleciente no tendría ningún resultado concreto en este momento pues la base estructural del poder no puede ser llevada a la mesa de discusión sin destapar toda su fealdad e inmoralidad y los cambios que se necesitan, incluyendo el obvio y obligatorio respeto de la Constitución,  implican la pérdida del acceso irrestricto a los tesoros públicos por parte del polo gobernante lo cual es precisamente la única base  en la cual se apoya.